Desde su aparición en escena allá por 2012, la reputación de esta pareja de alemanes ha crecido gracias a sus giras internacionales y, sobre todo, apoyada en su trabajo en el estudio con una clara evolución melódica muy a la par de artistas como Adriatique, Kollective Turmstrasse o Undercatt. Sonidos que participan activamente en la creación de un nuevo sonido que renueva la escena electrónica mundial y la enriquece desde la seriedad compositiva.
Impulsado por la transmisión de emociones a través de la música, el dúo ha estado trabajando desde 2006, combinando el amor de Benjamin por el hip-hop y el amor de Friso por la música de club para producir una serie de lanzamientos bien unidos de manera orgánica que han formado la base de su éxito global.
Sus grandes picos a nivel de sellos arrancaron en con Watergate Records (conocida marca berlinesa que también ha contado con ellos en sus showcases por todo Europa), Diynamic (donde Solomun contó con su buen hacer también en su exitoso Diynamic Festival o en su ibicenco Solomun+1), Tronic, Saved, Exploited o su recién estrenado sello TAU que les sirve como plataforma para divulgar su filosofía musical como cabezas de familia.
Fabric (Londres), Watergate (Berlin), Windows (Shangai), Input (Barcelona) o Vision (Tokio) son solo algunos de los clubes por donde han pasado en la primera mitad de 2019, una buena muestra de su valor de mercado y lo agradecidos que nos sentimos en Metro por contar con ellos para una de nuestras citas mensuales.
