Nacido en Italia, John Acquaviva se traslada a Canadá cuando todavía era un niño. En 1980 comienza su larga trayectoria como dj mezclando temas de Kraftwerk, Visage o Depeche Mode junto a sonidos disco y funk. Esta dualidad entre sonidos diversos pero convergentes ha marcado todas sus sesiones, siempre siendo abierto a todo tipo de sonidos, aunque desarrollando unos gustos algo “eclécticos”. A mediados de los años ochenta comienza a escuchar los programas de radio de JEFF MILLS en Detroit y a partir de ese momento decide abarcar la escena club estadounidense. A raíz de esta exploración John conoce a RICHIE HAWTIN, con el que comparte su fascinación por la música techno creada en Detroit.
John Acquaviva no es sólo una persona muy afable, con ese look que recuerda a una especie de Buddy Holly de la electrónica, sino además y por encima de todo un discjockey sensacional. Su amplísima colección de discos (cerca de 50.000 según los últimos cálculos) es tan conocida como su sano entusiasmo y eclecticismo a la hora de pinchar. En una misma sesión suya, puede sonar house, techno, electro, disco y afrofunk con la mayor naturalidad del mundo. Es un excelente profesor, que convierte cada una de sus sesiones en una auténtica clase magistral de ritmo y groove. No impone su imagen a la del club. Llega, observa y busca divertir y alegrar a la gente. No importa el dj, importa el club.
John Acquaviva es un hombre que sabe lo que quiere y se ha convertido en un maestro que lo logra. Es un iconoclasta global para aquellos que admiran su impulso y un nivel superior dedicado animador titular de sus fanáticos. En un nivel tecnológico ningún DJ ha hecho tan significativo contribuciones al avance de cómo se desempeñan los DJ que John Acquaviva. Su personal técnica magistral y la firme comprensión del oficio lo llevaron a su fructífera participación en FINAL SCARTCH y especialmente BEATPORT. Un fundador vital y miembro activo de ambas compañías: la herramienta anterior que permite la manipulación y reproducción de fuentes de audio digital y este último un importante centro en línea para la música electrónica: el papel de John se extiende mucho más allá de sus capacidades gustativas. Él es un pionero de la evolución tecnológica de la música electrónica y ayudó a esculpir el juego del género cambio de transición de analógico a digital y de vinilo a tornamesas y laptops. Al compartir esta visión con Richie Hawtin, encabezaron un proyecto que actuaría como el iTunes de baile, el dúo discutiblemente allanó el camino para una nueva y sabrosa era.  Cuando Acquaviva y Hawtin se hicieron amigos en 1989, la pareja cofundó inmediatamente Plus 8 Registros en 1990, que capitalizaron emisiones mínimas de Cybersonik, Speedy J, Kenny Larkin y Plastikman, por nombrar algunos. No fue hasta 1993, sin embargo, que él y Richie comenzaron para abrazar verdaderamente sus pasiones por la música house mediante una segunda impresión – Definitive Archivos. Definido por un sonido house más progresivo y tecnológico de luminarias como Olivier Giacomotto, la impronta marcó el comienzo del inigualable sabor de John como un potencia y ejemplo en la cultura de la música de baile.
